El otro día estaba buscando un sitio concreto, donde hacían un tipo de producto que estaba buscando. Así que me dispuse a preguntar a un viandante que me dijo:

- Sí mire, en la próxima calle, a la izquierda hay una ferretería, en frente verá una muy buena.
Así que voy al sitio frente a dicha ferretería y entro. Le digo a la muchacha que trabajaba ahí, en la pastelería:

- Hola, buenas, estoy buscando un PASTEL.

- Buenos días, sí, mire tenemos en esta sección de aquí.

- Verá, busco algo muy concreto, que tenga muchos cachitos de fresas en las que el prota intercambie miraditas de mierda con la chavala.

- Sí, ésta de aquí -; me señala la muchacha.

- Tiene buena pinta, ¿Pero tiene ese relleno de nata es el que el prota suelta discursitos amorosos para adolescentes?

- Por su puesto.

- Y para saber...¿El bizcocho tiene esa textura de como si estuviera sobrevalorada a más no poder solo por la época en la que está basada y los actores que salen?

- ¡Por supuesto!

- El dulce de leche parece de los que no tiene dramitas de mierda.

- ¡Para nada señor! hay dramitas de mierda cada dos por tres.

- Tiene buena pinta entonces, ¿qué me dice del chocolate?

- Pues mire señor, es el típico chocolate en el que la misma cancioncita, muy buena ojo, sale a cada paso de la película, así que a cada bocado que dé al PASTEL, va escuchar la musiquita de los cojones.

- Muchas gracias señorita, me la llevo.