Moneyball significa muchas cosas. Significa la historia de un jugador de baseball frustrado. La historia de un padre que debe recuperar a su hija mientras ejerce de director deportivo de un equipo de baseball de "segundo nivel".
Moneyball también significa como una persona debe escoger una desición que le marcará para el resto de sus días, y como esa decisión cambiará su vida.

Pero sobre todo, Moneyball significa la consagración de Pitt en su faceta interpretativa. Una faceta que le ha costado ganar con los años, pero finalmente la ha ganado a pulso.

Esta cinta cuenta una historia sólida, común y cotidiana. La historia de un equipo de baseball que se hunde. Billy, interpretado por Pitt, debe sacar a ese equipo del hoyo en el que se encuentra y crear una plantilla competitiva para conseguir algo grande.

Paralelamente, esta película nos cuenta como Billy debe reconstruir su relación paternal con su hija a raíz del pasado divorcio con su mujer.

En su labor deportiva. Billy descubre al que será su gurú deportivo. El hombre que le ayudará a revolucionar su dinámica y método deportivo. Ese hombre es Peter, interpretado habilmente por Jonah Hill. Atención a Hill porque para mí tiene todas las papeletas para llevarse la estatuilla.

Moneyball nos presenta varias situaciones. Las increíbles interpretaciones tanto de Pitt como de Hill y una historia sólida de superación, amor paternal y responsabilidad.

No quiero terminar sin mencionar al artífice de esta obra, a Bennet Miller, el director.

Esta película es harina de otro costal, por ello está donde está y merece reconocimiento.