Lamentable película, del no menos lamentable Luc Besson. Un verdadero insulto para la memoria de la heroína francesa Juana de Arco, interpretada en este caso, por la también lamentable ¿actriz? Milla Jovovich, en una actuación estremecedora (por lo mala); como bien dice un usuario más parece drogadicta con síndrome de abstinencia; no logra transmitir ninguna emoción creíble. Eso si, como grita esta mujer, tiene una garganta formidable, eso no lo voy a negar.
El gran error de Luc Besson, es que pretende pasar gato por liebre al público internacional, haciendo pasar su película, por superproducción de Hollywood (en inglés y con norteamericanos en los roles protagónicos) y la verdad que una superproducción de época de éste tipo le queda grande; no basta con gastar millones de dolares en vestuario y decorados de buena calidad (incluso una buena fotografía), si los personajes del siglo XV, actúan como personas del siglo XXI; por tanto, ninguna actuación logra convencer, es más, los personajes resultan absolutamente antipáticos; por otra parte, el estilo videoclipero de filmar de Bessón tampoco ayuda a recrear la época en forma convincente. Para peor, Besson se nos pone pretencioso, con los duelos entre Juana y su "conciencia"(Dustin Hoffman), y sólo cae en el ridículo.
En fin, una película absolutamente olvidable, considerando que el cine francés a entregado superproducciones de gran calidad artística, como "Cyrano de Bergerac" y "La reina Margot", sin copiar los modelos hollywoodenses.