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6,3
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Voto de croketon:
9
6,6
55.054
Drama
El planeta ha sido arrasado por un misterioso cataclismo y, en medio de la desolación, un padre y su hijo se dirigen hacia la costa en busca de un lugar seguro donde asentarse. Durante el viaje se cruzarán con otros supervivientes: unos se han vuelto locos, otros se han convertido en caníbales. Adaptación de una novela de Cormac McCarthy, autor de "No es país para viejos". (FILMAFFINITY)
9 de febrero de 2010
81 de 96 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aún conmocionado, no sé por dónde empezar esta crítica, sólo decir que es imposible no llorar o al menos emocionarse viendo esta película, y que si siempre es recomendable ver cine en V.O., en esta película se hace absolutamente imprescindible.
La protagonista absoluta de la película es sin duda la fotografía, soberbia, sombría, fría y cruda, directamente te introduce en un mundo que es un infierno helado, sin refugio, no hay lugar seguro, sólo vacío, sin alma, yermo hasta la desesperación.
Después, Viggo Mortensen, perfecto, una de sus mejores actuaciones, si no la mejor, desgarradora su lucha hasta el final, su amor infinito a ese niño, que por ponerle un pero a la película, podría tener un poco más de entereza, al fin y al cabo él sólo conoce esta versión del mundo (o que hubiera sido más pequeño). El guión, perfecto, no sobra nada, no falta nada, ritmo, pausa, lentamente, que no cansinamente, se va desarrollando la historia, dura visión de la supervivencia y del alma humana en situaciones extremas, y pocas películas presentan una situación tan extrema como esta y además prolongada en el tiempo. Duro retrato de la humanidad, que debería hacer que nos avergonzáramos de a dónde estamos yendo y sobre todo cómo estamos yendo hacia el desastre total.
Los flashbacks con Charlize Theron reveladores, aclaran las dudas casi al instante de que surjan, impresionante su forma de dejarse ir, de rendirse, de no poder afrontar lo que está pasando por incomprensión y falta de sentido, no por cobardía, al contrario, cada uno toma el camino que cree mejor, y ambos cargados de razones, uno apuesta por la vida, otra por la dignidad.
Los secundarios, simplemente geniales, Robert Duvall irreconocible, Guy Pearce se encarga de la esperanza, de intentar darle un poco de sentido a algo que no lo tiene. Y el resto, lucha, hasta la extenuación, y soledad, infinita, fría y desgarradora soledad.
La protagonista absoluta de la película es sin duda la fotografía, soberbia, sombría, fría y cruda, directamente te introduce en un mundo que es un infierno helado, sin refugio, no hay lugar seguro, sólo vacío, sin alma, yermo hasta la desesperación.
Después, Viggo Mortensen, perfecto, una de sus mejores actuaciones, si no la mejor, desgarradora su lucha hasta el final, su amor infinito a ese niño, que por ponerle un pero a la película, podría tener un poco más de entereza, al fin y al cabo él sólo conoce esta versión del mundo (o que hubiera sido más pequeño). El guión, perfecto, no sobra nada, no falta nada, ritmo, pausa, lentamente, que no cansinamente, se va desarrollando la historia, dura visión de la supervivencia y del alma humana en situaciones extremas, y pocas películas presentan una situación tan extrema como esta y además prolongada en el tiempo. Duro retrato de la humanidad, que debería hacer que nos avergonzáramos de a dónde estamos yendo y sobre todo cómo estamos yendo hacia el desastre total.
Los flashbacks con Charlize Theron reveladores, aclaran las dudas casi al instante de que surjan, impresionante su forma de dejarse ir, de rendirse, de no poder afrontar lo que está pasando por incomprensión y falta de sentido, no por cobardía, al contrario, cada uno toma el camino que cree mejor, y ambos cargados de razones, uno apuesta por la vida, otra por la dignidad.
Los secundarios, simplemente geniales, Robert Duvall irreconocible, Guy Pearce se encarga de la esperanza, de intentar darle un poco de sentido a algo que no lo tiene. Y el resto, lucha, hasta la extenuación, y soledad, infinita, fría y desgarradora soledad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Uno de los momentos álgidos de la película es la persecución de dos mujeres, una adulta y una niña, que presencian los protagonistas, apenas 30 segundos en los que todo el horror, el odio y la locura se concentran, el sinsentido te golpea en la cara y se te mete en los huesos, aún está dentro.
La escena en la que se ve como el agua se va llevando toda la suciedad acumulada en tantos días de viaje por los dos protagonistas, bautismo para un niño que no conoció tiempos mejores.
La amenaza constante de los hombres caníbales se palpa durante todo el metraje, los continuos golpes de la naturaleza, terremotos, árboles caídos, gente hostil, tierra hostil, y tratar de no caer en la locura en medio del caos, imposible no sucumbir ante tanto desastre. La desconfianza y la paranoia de cada interacción con otras personas, la falta de animales, de vida, de algo que se parezca mínimamente a lo que había antes de lo que no se sabe qué ha pasado, sólo sobrevivir, continuar hacia delante aunque no se sepa hacia dónde, y preservar la vida por encima de todo, demasiadas emociones juntas, imposible no estallar en un llanto sordo, toda la sala compungida, silenciosa y lúgubre, la película traspasa la pantalla.
Y cuando crees que todo ha acabado, cuando ya has soltado la angustia acumulada, un coro de pájaros acompaña a los títulos de crédito, y vuelves a caer en tu propia soledad, y tus miserias se reflejan en la cara, sales del cine, y tardas en recomponerte, en volver a ser tú, y necesitas aire, sentir el frío en la cara y te entran unas ganas horribles de comer algo, saboreándolo como si fuera la última comida antes del fin del mundo, y quién sabe....
La escena en la que se ve como el agua se va llevando toda la suciedad acumulada en tantos días de viaje por los dos protagonistas, bautismo para un niño que no conoció tiempos mejores.
La amenaza constante de los hombres caníbales se palpa durante todo el metraje, los continuos golpes de la naturaleza, terremotos, árboles caídos, gente hostil, tierra hostil, y tratar de no caer en la locura en medio del caos, imposible no sucumbir ante tanto desastre. La desconfianza y la paranoia de cada interacción con otras personas, la falta de animales, de vida, de algo que se parezca mínimamente a lo que había antes de lo que no se sabe qué ha pasado, sólo sobrevivir, continuar hacia delante aunque no se sepa hacia dónde, y preservar la vida por encima de todo, demasiadas emociones juntas, imposible no estallar en un llanto sordo, toda la sala compungida, silenciosa y lúgubre, la película traspasa la pantalla.
Y cuando crees que todo ha acabado, cuando ya has soltado la angustia acumulada, un coro de pájaros acompaña a los títulos de crédito, y vuelves a caer en tu propia soledad, y tus miserias se reflejan en la cara, sales del cine, y tardas en recomponerte, en volver a ser tú, y necesitas aire, sentir el frío en la cara y te entran unas ganas horribles de comer algo, saboreándolo como si fuera la última comida antes del fin del mundo, y quién sabe....