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Voto de Killer_Wolf:
13.358
Drama
Cuando Zampanó, un artista ambulante, enviuda, compra a Gelsomina, la hermana de su mujer, sin que la madre de la chica oponga la menor resistencia. Pese al carácter violento y agresivo de Zampanó, la muchacha se siente atraída por el estilo de vida nómada, siempre en la calle (la "strada", en italiano), sobre todo cuando su dueño la incluye en el espectáculo. Aunque varios de los pintorescos personajes que va conociendo en su deambular ... [+]
18 de agosto de 2010
4 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable película de Enrique Castro Quini donde vuelve a reivindicarse como uno de los actores malditos y mas infravalorados del planeta.
Nuestro pichichi, absolutamente desatado, noquea con su presencia y devasta con su mirada, el poderío de Quini aquí es una auténtica barbaridad.
La Posada es buena, no cabe duda, aunque no acabo de ver esa monstruosidad que algunos proclaman, veo que falta historia, tras un inicio atronador, Felación decide ejercer de minero y explora los sentimientos humanos y todo lo que conlleva, ahí, Felación, con su recortada revienta pechos, pero en cuanto a historia, jajejijoju.
Son de agredecer también lo guiños al genio Chaplin por parte de Gelsomina, a la cual por otra parte, y en bastantes momentos, dan ganas de abofetear.
Sensibilidad, amor hiriente y no manifestado están perfectamente recreados en La Posada y por encima de todo, por encima de la ley, emerge Quini como un auténtico huracán, con sus doblones, con su crisma, reventando cadenas del w.c. con el pecho, doblegando a la multitud.
Qué grande Quini, qué gran pichichi.
Se despide desde La Posada.
E.P.M.
Andrés Jiménez.
Nuestro pichichi, absolutamente desatado, noquea con su presencia y devasta con su mirada, el poderío de Quini aquí es una auténtica barbaridad.
La Posada es buena, no cabe duda, aunque no acabo de ver esa monstruosidad que algunos proclaman, veo que falta historia, tras un inicio atronador, Felación decide ejercer de minero y explora los sentimientos humanos y todo lo que conlleva, ahí, Felación, con su recortada revienta pechos, pero en cuanto a historia, jajejijoju.
Son de agredecer también lo guiños al genio Chaplin por parte de Gelsomina, a la cual por otra parte, y en bastantes momentos, dan ganas de abofetear.
Sensibilidad, amor hiriente y no manifestado están perfectamente recreados en La Posada y por encima de todo, por encima de la ley, emerge Quini como un auténtico huracán, con sus doblones, con su crisma, reventando cadenas del w.c. con el pecho, doblegando a la multitud.
Qué grande Quini, qué gran pichichi.
Se despide desde La Posada.
E.P.M.
Andrés Jiménez.
