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Venezuela Venezuela · Maracaibo
Voto de Ruby Lopez:
6
Terror. Thriller En Barrow, un remoto pueblo de Alaska, durante 30 días de cada invierno el Sol no sale y la noche ocupa todo el día. Ese es el momento en el cual aparece un misterioso grupo de extraños: vampiros sedientos de sangre, listos para tomar ventaja de la ininterrumpida oscuridad y alimentarse de los pocos residentes que permanecen en el pueblo. El comisario de Barrow, Eben (Josh Hartnett), su esposa Stella (Melissa George) y un decreciente ... [+]
15 de enero de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es que la película sea una maravilla del séptimo arte, ni mucho menos. De hecho, cuenta con numerosos fallos, siendo algunos de bastante peso. El guión es simple y de ser bastante predecible en todo momento, y ha sido alargado en exceso para llenar las (innecesarias) casi dos horas de duración. Esto se traduce en presentaciones de personajes poco estimulantes, situaciones en las que parece que no pase nada y otras algo repetitivas, que desde luego no ayudan al ritmo de la película.
Además, los personajes por lo general están dibujados con brocha demasiado gruesa, y acaban por resultar estereotipos que apenas logran conectar con el espectador. Y tampoco ayudan sus actores, poco convincentes como norma general. Pero también es cierto que "30 Días de Oscuridad" tiene buen puñado de logros que la colocan muy por encima de la media, en cuanto a cine de terror se refiere.
Estrechamente ligada a ello está la atmósfera que enmarca la película, con un frío y desangelado pueblo rodeado de blanco que se convierte sin duda en uno de los protagonistas principales, creando constantemente una extraña sensación de desazón e intranquilidad en el espectador.
Otro elemento digo de mención, que acerca aún más la película, es la explícita violencia que Slade opta por mostrar sin tapujos, de manera que los ataques de los vampiros a sus víctimas son auténticas atrocidades, así como los actos de los protagonistas, que poco a poco acaban siendo de una brutalidad incluso peor que los de sus rivales.
Como ejemplo que fácilmente engloba estos tres elementos cabe destacar la secuencia aérea en que se nos muestra el pueblo transformado en un auténtico campo de batalla en que la nieve que inunda el lugar poco a poco va tiñéndose de rojo, entre gritos relinches de vampiros.

Pero lo más importante es que David Slade consigue lo que las antes citadas películas de terror no hacen, esto es, provocar que el espectador sienta miedo, o que por lo men
Ruby Lopez
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