Me enteré de esta película al escuchar a uno de los creadores de la famosa serie perdidos decir que en una de las cosas en la que se habían inspirado para los famosos flashbacks de la serie era en los saltos en el tiempo de cronocrímenes. Para frikis como yo de Perdidos en su tiempo, esto fue la mejor publicidad que le pudieron hacer, una peli española con viajes en el tiempo, de un director joven y nada típico de lo que normalmente se hace en España.

Un tipo pasa el tiempo en el jardin de su nueva casa en el campo, mirando por los prismáticos al horizonte descubre una muchacha que se quita la ropa, entonces como buen voyeur acude a ver la muchacha desde más cerca encontrandose con un extraño hombre con la cara vendada que le clava unas tijeras, intentando escapar se encuentra con un edificio en el que se realizan experimentos y se esconde en una máquina que le da la posibilidad de no poder ser visto, una maquina que le da la posibilidad de viajar unos instantes antes de lo ocurrido.

Nacho Vigalondo se estrena con este largometraje y la verdad es que consigue entretenerte que es el fin de todo esto, crear una historia que nos tenga medio interesado en la hora y media que dura, al final a unos les gustara más a otros les parecerá una chorrada pero consigue mantener una tensión que necesita este tipo de películas de intriga y aunque al final acaba bajando un poco el ritmo.............. es muy al final.

Nota: 6

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