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España España · Azuqueca
Voto de Mekotropico:
6
Documental. Comedia Muchos hijos, un mono y un castillo son los deseos con los que soñó Julita Salmerón desde niña, y los tres se han convertido en realidad. Cuando el menor de sus hijos se entera de que su madre ha perdido la vértebra de su bisabuela asesinada, guardada a lo largo de tres generaciones, la familia emprende una divertida búsqueda entre los más peculiares y extraños objetos que Julita ha ido acumulando a lo largo de sus más de ochenta años. ... [+]
30 de junio de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
...cualquier cosita me sacaba de quicio!
Vivía con tu madre, en un castillo, había amor, pero eso fue al principio.
(Tonadilla sólo apta para chanantes)

Pues bueno, tengo sentimientos encontrados con esta señora. Por una parte empatizo con la historia y me da penica, sobre todo el patriarca de la familia. Pero luego ves el desvarío de esta señora y el infructuoso intento del padre y de los hijos más cabales de hacer ver a su madre que el materialismo es la gran enfermedad de esta humanidad (bueno, una de tantas) que te llega a sacar de quicio.

Y es que no entiendo cómo teniendo una vida feliz tal como estaban, una vida sencilla y familiar, se embarcan en esta locura del castillo, todo por los caprichos de la Julita. Les quedó muy grande, una familia media española metida de lleno en una vida de la que no están a la altura y que no saben administrar. Y es bien sabido que el dinero NO trae la felicidad (mucho menos un castillo), sólo te encadena a las cosas materiales. A los hechos me remito, un pedazo de síndrome de Diógenes altamente preocupante, cuando ya tiene todo lo que necesita para ser feliz, una familia numerosa y sana. La última parte del documental es impresionante, no poder desprenderse de todas esas cosas inútiles, ni siquiera de un simple jarrón.

Y rematamos con la historia del mono, un juguete roto con la promesa de poderle poner vestiditos y que coma en la mesa, los animalistas nos llevamos las manos a la cabeza. Claro que el pobre mono no era tonto y sabía con que clase de gente se estaba codeando (las caras del animal en las fotografías y vídeos son de película de terror), una pena no saber el destino de ese pobre animal, acabaría en algún zoo o en un circo, privado de su merecida libertad.

Todo un despropósito. Las caras de resignación del padre (que para ser ingeniero no tuvo mucha visión de futuro), la continua obsesión por la muerte y los huesos, la lucha de los hijos por hacer reaccionar a la madre, el pasado falangista de Julita y su penosa y confusa visión política sobre el comunismo, la monarquía y la dictadura, y más y más...

En fin, un buen documental para estudiar en cualquier carrera de psicología, filosofía y humanidades. Deseo que la familia haya encontrado la paz al fin y admiro el trabajo de años de Gustavo, como documental y montaje es una buena obra, como lección de vida es un ejemplo de la infelicidad que trae la abundancia mal administrada. La felicidad reside en nuestros gestos diarios, en la gente con la que nos rodeamos, en nuestra actitud ante la vida, en las experiencias. Las cosas materiales sólo son herramientas pasajeras para alcanzar ciertas metas, encadenarse a ellas es el error más común de esta sociedad.
Mekotropico
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