Este es el tipo de proyectos que le devuelven a uno la fe en el cine tomando en cuenta que la génesis de este arte ciencia está fundada en la captura y reproducción de historias llenas de movimiento, magia, fantasías y algo de realidad. Los últimos años han visto decrecer las intensiones de continuar transitando viejos caminos de grandeza abiertos por los pioneros, creadores de mundos paralelos ofrecidos tanto a los ricos como a los pobres de alma; así de democrática es la propuesta cinematográfica, rodajes que se elevan o se ponen por debajo de las miserias humanas, según sea el caso.

El trío de directores asume con gran responsabilidad los aspectos sociales, políticos, económicos, morales e históricos de por lo menos seis décadas llenas de vivencias que dejan la amarga moraleja de que nada ha cambiado tanto como para no reconocernos en nuestra esencia de seres responsables, actores y testigos de nuestro tiempo, el que nos ha tocado vivir.

La película tiene claras alegorías que se entienden como homenajes a glorias pasadas. Los personajes nos introducen cual caballo de troya en la historia viva, observando desde el punto de vista de las fiestas, la música, hechos fundamentales y una corta pero importante galería de nombres que nos ubican rapidamente en el contexto citado. La intención de Chico termina en Rita y la pasión de Rita reposa en Chico, son dos o es uno, eso si no me queda muy claro.

Sensibilidad, ternura, amor, talento, emoción, tristeza, ilusiones, desengaños, aventuras, primaveras, poesías, inviernos, bonanza, veranos, envidias, otoños, amistad, resignación; todos son ingredientes activos de esta propuesta fuera de serie, producción que le hace el favor al Oscar de estar entre sus nominados. No me sorprende para nada la oferta de Trueba, se que es capaz de llegar hasta las fibras mejor escondidas del corazón de quien celebra cada idea suya, de quién se alegra de su visión y acepta para siempre su matrimonio con la música de estos lares. Chico y Rita renuevan mi amor por el cine, cada lágrima sacrificada en el altar de este gran relato así lo refrenda.