La idea en sí (la trama, el guión) es buena, pero se la cargan las pésimas interpretaciones (y no menos floja dirección) de estos pésimos actores, y en especial precisamente los protagonistas.

Como suele ocurrir con todos los actores españoles, estos son tan forzados, tan poco naturales, todos los textos tan aprendiditos y soltados de una forma tan autómata, tan robótica, pero sin transmitir naturalidad alguna, fluidez, sentimiento... que resulta un auténtico bodrio insoportable que no engancha ni a la de tres.

Para rematar la faena, el final no da una sorpresa sino varias en un constante giro y concatenada complicación del todo innecesaria cada vez más imposible que resulta en una confusión desesperante para el espectador.

Con otra dirección, otros actores y "made in Hollywood", esta película podría haber tenido muchas posibilidades, pero siendo lo que es se ha quedado en eso mismo, en lo que es: una patata.

Pésimos actores, de dar auténtica pena. Da hasta vergüenza ajena verlos. Pobrecitos Goya y Óscar, ellos sí que resultan terroríficos. ¡Madre mía qué malos son! (Y encima, para mayor cachondeo, ambos tienen nombres de las estatuillas que suponen el mayor galardón de ciertas academias de cine... Vamos, para mear y no echar gota.)

Entra verdadera "somnelencia".

Y luego pretenden que consumamos cine español. Da risa (o sea, precisamente lo opuesto a lo que pretende esta película, es decir y resumiendo: vergonzoso.)