Realmente los años 70 y 80 fueron grandes para el género de terror, y sobretodo, para el slasher. Aquí nos encontramos con la película que sentó el precedente, no fue ni "La matanza de Texas" ni "Halloween" ni "Viernes 13", antes que ellas emergieran, nos encontramos con esta pequeña joya del año 1974.

El argumento es simple, fraternidad de chicas universitarias que recibe la visita de un psicópata. Y yo me preguntó ¿Qué mejor que caer en una residencia femenina, con chicas guapas dispuestas a morir bajo mi cuchillo?.

Pero la buena dirección de Bob Clark, el suspense in crescendo, ese final tan negro (como el título), las buenas actuaciones de Olivia Hussey como la final girl o una divertida (y alcoholizada) Margot Kidder, esas llamadas terroríficas de teléfono que reciben las protagonistas, la cámara subjetiva en la que nos metemos dentro de la piel de asesino o el no mostrarnos nunca la cara del mismo, hacen de ella una película muy a tener en cuenta por los fanáticos del género.

Es una pena que no haya llegado a España, que el gran público recuerde el decepcionante remake que se estrenó hace unos años (lo único que valía la pena era volver a reencontrarnos con Andrea Martin, Phyl en la versión original). Plenamente recomendable, suscita muchas preguntas que no obtendrán respuesta (el remake intentó contestarlas de una manera burda y bastante tonta, quitándole todo el suspense al film).

Lo mejor: Todo.
Lo peor: El remake que se hizo no estuvo a la altura, y que aquí no se conozca.