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Voto de Alberto Carbonell :
10
Drama Charlie (Logan Lerman), un joven tímido y marginado, escribe una serie de cartas a una persona sin identificar en las que aborda asuntos como la amistad, los conflictos familiares, las primeras citas, el sexo o las drogas. El protagonista tendrá que afrontar dificultades, al tiempo que lucha por encontrar un grupo de personas con las que pueda encajar y sentirse a gusto. (FILMAFFINITY)
15 de enero de 2016
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La realidad es que no se muy bien como expresar la locura y el viaje sufridos viendo y padeciendo cada escena de esta película, supongo que algo habrán tenido que ver los dos porros que me he fumado, pero la película hacía de propios porros a los mismos, con lo que había montada una cadena introespiritual a base de chispazo energético cosmológico determinante en la experiencia vivida.

Después de concretar de que palo voy, me dispongo a comentar sutil y agradablemente el impecable film. Ahora sí, fuera de gilipolleces. La película consigue despertar dentro de algunas personas, que no se cuales ni cuantas seremos pero estoy seguro de que somos un buen grupo, el sentir ,el vivir, el entender, el empatizar y ver a través de los ojos de una persona que sufre hasta tal punto de que no recuerda lo que es vivir bajo el efecto de su propia felicidad, que enfoca su vida en todos los que lo rodean, lamentablemente.. ojalá tuviera alguien para hacerlo, ya que su mejor y único amigo se había suicidado en un brote de rendición tras entender el ineludible camino que les esperaba a él y a charly (charly es el chabal del que hablamos) y su tía, un personaje turbio que proyectaba sobre él un trauma complejo de entender hasta el final de la peli. Ambos constituían su corto círculo de de gente con la que relacionarse por voluntad propia. A raíz de encontrarse solo, se haya totalmente al descubierto en la sabana mientras los leones se relamen y afilan sus garras. Será esta prueba vital la que decida el porvenir de él, la que lo despertará , pero también le hará enfrentarse a su propio yo, a su eterna pelea interior por tratar de entender como ser "normal", de importarle a alguien, de recibir algo después de tanta soledad, de hecharle huevos. Y ya no cuento más. Solo recalcar que Emma Watson es mi amor platónico a partir de hoy, y que ella y su hermano Patrick hacen una pareja bestial con la que molaría salir a pegarse una buena fiesta para celebrar el buen rollo y la autenticidad que desprenden. Aquí también juega un gran papel, su condimento, la hierba, y David Bowie, cómo no, recordándonos a todos que efectivamente " We can be heroes" y así lo vivimos y viviréis si os atrevéis a proyectar vuestra alma en él, en vosotros.. .
Alberto Carbonell
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