Y la verdad que en este 2015 esa revisión ha llegado muy pronto, el 3 de Enero, aunque bueno, tampoco es algo exacto, pero sí es cierto que cada cierto tiempo debo acercarme a esta trilogía que marcó mi infancia y la de otros tantos jóvenes y no tan jóvenes.

Si para mí la primera parte es un 10 innegociable, esta segunda parte es como poco un 9 (y teniendo en cuenta que a día de hoy sólo tengo cuatro 10 en esta página, es una nota muy meritoria). Es sin duda la película más entretenida de la trilogía, la que destila mayor imaginación y posiblemente la más completa y que deja más imágenes para el recuerdo (el tiburón, el túnel, la carta...), ya sea por su ambicioso futuro, su presente alternativo, o su regreso al pasado para revivir situaciones de la primera entrega.
Michael J. Fox y Chrstopher Lloyd mantienen la química explosiva del que posiblemente es el dúo más atípico, y a la vez unido, de la historia del cine de entretenimiento.

Los efectos visuales están muy logrados, especialmente a la hora de unir al mismo actor realizando dos o más personajes diferentes, evidentemente en otros momentos se nota que es una película de 1989, pero no han envejecido nada mal los efectos.

Posiblemente la más especial, pero también comente ciertos fallos de guión, cosa plausible en una película con tantos vaivenes temporales como esta, pero que no se pueden obviar. Pero el entretenimiento y la diversión son un lujo y se mantienen como las primeras veces que la vi siendo un niño