La película no deja títere con cabeza. No hay un sólo tópico del género que no sea objeto de burla. Jim Abrahams es un maestro del sarcasmo. Recuérdese la celebrada "Aterriza como puedas". La mofa es de tal calibre que, después de ver esta producción, ya casi es imposible tomarse en serio cualquier relato sobre gestas heroicas bélicas. Una obra así, no sólo arranca la carcajada desatada sino que contribuye a cambiar la sociedad, desde el momento en que hace cambiar la percepción de como se viven las narraciones propagandísticas habituales para incentivar el reclutamiento en las fuerzas armadas de jóvenes indecisos que no saben qué hacer con su vida. La crítica social está en el trasfondo de la exagerada comicidad.