"Eres dueño de lo que matas", "Te mato con mi taza de té", "Sólo habrá una velocidad: la mía"... las crónicas de Riddick nos han regalado a mi y a mi grupo de amigos una cantidad insospechada de frases célebres para repetir ahora y siempre en multitud de ocasiones sociales. Cuando la vi, no había visto la anterior Pitchblack, y tampoco me hizo falta. La película me pareció entretenida, no una obra de arte, pero si, al contrario de lo que se afirma en ocasiones, merecedora de entrar en el amplio panteón de películas de culto por bastantes detalles que creo son interesantes. La historia está bien, la ambientación me pareció original, que no novedosa, y, una vez más, la banda sonora me pareció interesante, lo cual para mi ya le dá bastantes puntos a cualquier película.

En definitiva, si te gustan las historias futuristas oscuras con mucha acción sin enredarse en valoraciones farragosas sobre el guión, los planos y demás, me parecen bastante recomendable.