Hay que entender por FELICIDAD el SACRIFICIO realizado por un padre que AMA a su hijo. Y hay que saber valorarla como lo que es: el PREMIO al esfuerzo y RECONOCIMIENTO AL TALENTO (no el de trabajar sino el de SABER EDUCAR). Y lo digo siendo padre, y pudiendo sentirme completamente identificado con el personaje protagonizado por Will Smith. Lejos quedan algunos pequeños detalles, como el flojo papel que el mismo guión le atribuye a la madre y el hecho de que a pesar de que quedan teóricamente 6 (seis) "máquinas del tiempo" (escaner de alta densidad), el protagonista principal termina vendiendo 7 (siete); cuando recupera una la primer vez que le roban se ve que llega a su casa y apoya dos para completar una torre de seis. Más allá de ser una típica producción Hollywodense (como muchos la califican) vale la pena y termina siendo una película más que redonda, que no sólo llega a emocionar, sino que además te deja pensando.