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Voto de Scott Carey:
4
Thriller. Acción Estando con su mujer (January Jones) de visita en Berlín, el doctor Martin Harris (Liam Neeson) sufre un accidente de tráfico y entra en un prolongado estado de coma. Cuando se despierta, comprueba alarmado que otro hombre (Aidan Quinn) ha usurpado su personalidad. Entonces emprenderá con la ayuda de una mujer (Diane Kruger) una frenética investigación para averiguar la verdad sobre lo que está sucediendo. (FILMAFFINITY)
22 de mayo de 2011
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cineasta catalán afincado en Estados Unidos, Jaume Collet-Serra, deja de lado el género de terror/misterio para probar fortuna con un thriller de acción más ambicioso que sus anteriores trabajos. El arranque de la película es tramposo pero prometedor. La situación de un hombre sin identidad, acosado en un territorio que desconoce, remite irremediablemente al cine de Alfred Hitchcock, pero lamentablemente los buenos augurios se desvanecen a los pocos minutos de metraje.

Collet-Serra opta por priorizar las secuencias de acción antes que profundizar en el aspecto psicológico de la trama y esa opción, legítima pero fallida, acaba por estropear una buena idea que deriva en una sucesión de situaciones absurdas que no se aguantan por ningún lado. Y ante esta situación del todo vale, arroja una catarata de tópicos tan gastados que, a no ser porque el sentido del humor no aparece en ningún momento, podría llegar a pensarse que nos encontramos ante una parodia de este tipo de films.

El desenlace final de la película es bastante risible, como de hecho lo es todo el guión en general, pero los minutos finales especialmente tienen un cierto aire naïf que por momentos llegan a parecer enternecedores. Cuesta creer que alguien se pueda tomar este film en serio, ni siquiera el propio realizador, que una vez que el asunto se le escapa de las manos, no tiene ningún problema en perder el sentido del ridículo y dejar el film al nivel de un cómic infantil. Pocas veces el título de una obra parece tan preciso para definirla. Sin identidad, sin sello, extraordinariamente vulgar.
Scott Carey
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