Muchos se quedarán con la enorme interpretación de Matthew McConaughey, pero a los que hemos sido testigo de su gigantesco avance en su carrera con "Killer Joe", "Mud" y, recientemente, "True Detective" no nos sorprende para nada el trabajo del tejano que se deja la piel, y de paso gran parte de su masa corporal, en dar vida a un vaquero sureño y aparentemente ignorante que entabla una cruzada contra la industria farmacéutica y médica y contra sus propios prejuicios del pasado.

De esta película me quedo precisamente con la crítica contra esa industria que a veces hace tantísimo daño a la salud pública, y a la sociedad en general al provocar el desplazamiento y marginalidad de personas que pueden tener mucho que decir en la historia, como es el caso del protagonista.

Estamos ante un filme con mucha vitalidad y fuerza en su historia y se desarrolla sin necesidad de acudir al dramatismo barato, si bien peca de falta ritmo en algunos momentos y de un choque entre la genialidad de algunos de sus momentos e interpretaciones (el ya nombrado e indiscutible protagonista de la historia Matthew McConaughey y un gran Jared Leto) y la mediocridad de algunas interpretaciones como la de Jennifer Garner en un papel que podría haber dado más de sí.

En definitiva, una película muy recomendable que remueve conciencias a la par que emociona sin tirar de lágrima fácil.