Inspirada en hechos reales, esta película describe cómo se recurrió a dos rangers ya jubilados (Kevin Costner y Woody Harrelson) para detener a unos delincuentes muy peligrosos, los famosos Bonnie y Clyde, que encima gozaban de enorme popularidad entre la población, que los consideraba una especie de Robin Hood modernos. Los rangers cuentan con un pasado oscuro, al borde de la legalidad, y plantea un dilema moral de la justicia y el sufrimiento del "soldado" retirado.