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España España · Tomelloso
Voto de Tomillar:
8
Drama Una noche de invierno, Pilar sale huyendo de su casa. Lleva consigo apenas cuatro cosas y a su hijo Juan. Escapa de Antonio, un marido que la maltrata y con el que lleva 9 años casada. Antonio no tarda en ir a buscarla. Pilar es su sol, dice, y además, “le ha dado sus ojos”. (FILMAFFINITY)
22 de abril de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay mucho que decir sobre una película que debería ser obligatorio verla a partir de cierta edad en cualquier centro educativo de secundaria y en facultades donde pueda serles de aplicación (psicología, sociología, etc).
La película trasmite una imagen de maltratador y maltratada que se queda clavada en lo más profundo del alma, con una historia increíblemente sencilla, pero con un mensaje que te sobrepasa de forma especial, si afortunadamente, nunca has tenido que vivir en tu ambiente familiar cercano algo así.
La película en sí, muestra como una relación de pareja va degenerando hasta un punto insostenible. Tiene más suspense y tensión que muchas películas que dicen ser de ese genero. La sensación de que en algún momento el maltratador puede acabar con la vida de su mujer es creciente a lo largo de todo el film, hasta el punto de que acabas viendo la película con un miedo, una tensión y un nudo en la garganta que creo que jamás había experimentado. En ningún momento aporta imágenes explícitas de maltrato (ojos morados, labios partidos, moratones, etc) y aún así trasmite unas sensaciones de agobio indescriptibles, lo cual es digno de elogio. Psicológicamente la película es muy, muy dura.
Las interpretaciones son sublimes. Es en ellas donde reside el éxito del mensaje trasmitido. Pese a interpretar a personas sencillas, la complejidad moral y psicológica de los personajes y el toque que aportan ambos actores es apabullante.
Laia Marull consigue que sientas su humillación, su amor, sus ansias de vivir, sus ansias de felicidad,... pero sobre todo su miedo, un miedo que hace que te levantes del sofá y pasees por el salón como esperando que su marido salga de la pantalla y te pegue una paliza en cualquier momento, un miedo que hace que te den ganas de salir corriendo, huyendo, porque ella no lo hace.
Luis Tosar. Soberbio. Para mí, su mejor papel. El personaje creado por Icíar para él, es de una complejidad terrible. Consigues ver la humanidad de un maltratador; una persona que ama, una persona con frustraciones, una persona con miedos,... y una persona con un terrorífico defecto, "el calor que le sube por la nuca" como dice en un momento de la película y que le hace estallar como un volcán en erupción, haciéndole capaz de acabar con todo aquello que ama en este mundo. Da un miedo increíble.
Mi enhorabuena a Icíar Bollaín, por que ha hecho una película perfecta, que no cae en tópicos ni se deja llevar por violencia explícita. Toca la imagen del maltrato como si de una enfermedad se tratase; lo analiza, lo diagnostica e intenta ponerle remedio. Consigue hacer que veamos a ambas figuras como víctimas; uno de su enfermedad y otra de sus consecuencias.
Conclusión: Es muy recomendable ver esta película. Es una historia sencilla y perfecta, pero con un complejo mensaje, que hay que rumiar para entender bien este problema familiar.
Tomillar
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