Drew Goddard escribe y dirige esta película sobre el hotel Royale, un hotel que se situa sobre la línea que divide los estados de Nevada y California ofreciendo lo mejor de los dos mundos pero es evidente a simple vista que ha vivido tiempos mejores. La decadencia y el despertar del sueño pacifista tras la guerra de Vietnam han hecho mella en el país y sobretodo en los escasos clientes que aparecen en el hotel, unos clientes cargados de secretos que ocupan sus habitaciones en busca de algo más que descanso. A pesar de que Goddard demuestra tener un gusto exquisito en la puesta en escena y sobretodo en la elección de la música la trama se le complica demasiado, es difícil poder sorprender durante más de dos horas cuando la mitad de tus personajes carecen de interés y no aportan nada en el devenir de la historia, especialmente el interpretado por Chris Hemsworth, un personaje demasiado exagerado y poco creíble. Los que si brillan y de que manera son Jeff Bridges y especialmente Cynthia Erivo, que además demuestra que es una excelente cantante.
En resumen, interesante thriller solo a ratos que pierde calidad por su excesiva duración y por algún que otro personaje fuera de lugar, aún así merece ser vista.