... lo que acontece en la película es lo que realmente ocurriría en la realidad. Ya seamos 6.000 millones o sólo dos personas, los humanos estamos destinados a enfrentarnos entre nosotros. Cuando veía llegar el final, me dejó un desaliento que me duró un buen rato, ya que el film de Boorman me dió una bofetada de cruda realidad.
Lo técnico de la peli... pues muy bien rodada, sobre todo a partir del viaje en balsa de los protas donde la fotografía se vuelve sublime. La música aparece en momentos puntuales, pero con gran fuerza.
Como curiosidad, se descubrieron en los años 60 varios soldados japoneses perdidos en las islas del Pacífico que aún pensaban que estaban en guerra. Lo de este pueblo y su tenacidad no tiene parangón. Quizá los alemanes se les acerquen un poco.

Peli y director a reivindicar