Basada en hechos reales, leo al final de la misma. Nunca me lo habría imaginado y me ha sorprendido, la verdad. Buscando por internet he descubierto que la historia es del todo real y que es el propio Bob el gato el que se interpreta a sí mismo. Toda una verdadera historia de superación.
En cuanto al film es un ‘agradable’ paseo por los infiernos de la drogadicción, digo agradable en el sentido de que en el film esa parte oscura no toma más de 10 minutos. A partir de la entrada de Bob la suerte del joven cambia y es todo un encantador paseo por el laudo agradable de la vida. Ahí está el mayor defecto del film que no llega sin embargo a enturbiarlo; es demasiado amable.