Es imposible decepcionarse de lo que no se esperaba absolutamente nada positivo. En ese sentido, nadie en su sano juicio se decepcionaría de Paul W.S. Anderson.
Sin embargo, esta película es un golpe en el mentón. Primero porque impresiona, y segundo porque, justamente, decepciona. Sí, Anderson logró lo impensado: decepcionar. Una clara demostración de que hasta el más limitado puede eructar destellos de grandeza.
La primera hora por momentos es de las mejores películas de terror que vi en mi vida (y vi muchas, y vi buenas). A través de una combinación de distintos tipos de terror, con el psicológico como predominante, no tarda en generar inquietud y perturbación en el espectador. La dosis justa de muerte y sangre, la más absoluta desesperación, un misterio que nadie quisiera investigar, y esa espeluznante sensación de que todo está mal y que se pondrá aún peor en cualquier momento. Hasta entonces: prometedor guión, magnífica dirección y soberbias actuaciones. Podría haber sido tranquilamente la "Alien" de los 90's. Incluso podría haberla superado (que Dios me perdone).
La mayoría absoluta de las obras que figuran como "mejores películas de terror de la historia" en distintos tops y rankings, tienen sus declives, sus baches; no son productos sólidos. Se me ocurren muy pocas excepciones a la regla. No me hubiera molestado tanto un ligero declive, alguna escena mal desarrollada o incluso un final mediocre. Por esa primera hora que tanto disfruté, hubiera perdonado muchísimo. Pero es que la segunda hora es espantosa, es absurda, es un desastre a niveles estratosféricos. Es peor que lo peor que podría elaborar uno mismo si le dieran a imaginar la peor forma de arruinar una película. Había leído comentarios que recomendaban enfáticamente ver solo la primera hora. Los creí un poco exagerados, pero ahora me doy cuenta que hasta se quedaron cortos en su advertencia. Para hacerles entender a quienes no la vieron aun: la primera hora es un 10, la segunda es un 1. Y no me estoy dejando llevar por nada. La primera hora es Alien, es The Shining, es The Thing de Carpenter. La segunda hora es la peor de las películas de Resident Evil.
Da la sensación de que Anderson fue poseído por el espíritu del buen cine con la misión de hacer una maravillosa obra de arte, y a mitad del film lo expulsó para siempre.
En fin, de algo no tengo dudas: ese tipo jamás volverá a hacer algo siquiera similar; tampoco es que le interese.