Es una buena serie, no diré lo contrario, pero quizás y solo quizás, esté un poco sobrevalorada.

Al principio me resultó algo cargante. La niña era muy entrañable, alegre, imaginativa... Etc
El problema es que todo el tiempo lo pasaba llorando, corriendo y gritando.

Tenía sus razones para llorar y sentirse deprimida, pero sus reacciones eran demasiado encendidas a mi entender.

A partir de la segunda temporada es cuando empezó a gustarme de verdad. La historia coge cuerpo, los personajes se vuelven más interesantes y los temas tratados tienen mucha más fuerza.
Se habla de machismo, de educación, de homofobia, de violencia, pero sobretodo de amor, respeto y amistad.

Terminas encariñándote con los personajes y lamentando que la historia quede inconclusa.

Bellos paisajes, buenos guiones y una actriz principal que termina por ganarte el corazón, aunque al principio te ponga de los nervios.

En general muy buena serie juvenil para que los adolescentes adquieran valores y aprendan el respeto hacia todas las personas y sus diferencias, sin perjuicios y sin etiquetas.