La primera parte de la película se centra en la relación de Laurent con sus hermanos, bromistas natos que malgastan su tiempo haciendo lo que caracteriza al grueso de los adolescentes. Así es como Laurent participa en fiestas que sus hermanos organizan en su casa, bebe alcohol y tiene su debut sexual cuando es llevado -prácticamente a la fuerza- a un cabaret.

La segunda parte de la película (menos dinámica que la primera) enfoca su atención en la relación de Laurent y su madre, teniendo su corolario en una escena controvertida, por tratar en imágenes la relación incestuosa entre madre e hijo. Pero parte de la controversia se vuelve probablemente endulzada por el acercamiento de Malle a esa escena, caracterizada por un enfoque sentimental antes que erótico. Por ende, esta escena resulta más una demostración de afecto de la madre a su hijo (y viceversa), que una situación sexual explícita. En ese aspecto, y considerando el vínculo tenso que Laurent mantiene con su padre en la primera mitad de la película, puede decirse que Malle pone en escena un típico conflicto edípico.

En la resolución, los conflictos familiares ceden, la madre, que tenía un amorío con otro hombre, vuelve a reunirse con el resto de su familia. Laurent, luego del encuentro con su madre (que acuerdan dejar en el olvido) se acuesta con una chica de su edad y cierra el ciclo de su despertar sexual.