La he visto dos veces.
La primera vez no me gustó, pero ciertamente me impresionó. La segunda vez la disfruté estando ya prevenido. Y es que puedo decir sin temor a equivocarme que está película tiene la ESCENA MÁS GORE DE LA HISTORIA DEL CINE. No me gusta el gore, me satura y por lo general es bastante previsible, aburrido y desagradable... además de cutre por lo general.
En este caso no, además como el buen erotismo insinua más de lo que enseña (y enseña). La escena te pilla desprevenido y ciertamente más vale poco y bueno que mucho y malo. Os juro que te cagas por la pata abajo.
Es bastante entretenida aunque divaga hacia el final pero es vistosa y ciertamente solo por esa es escena merece la pena verla. Ya sabreís cual ya...