Sin ser una gran película resulta mucho más llevadera que las dos que le preceden. Se deja ver y el ritmo (esta vez bien llevado a cabo gracias en gran parte a que las apariciones de las estrellas invitadas son menos y menos intrusivas) no da ocasión al bostezo en ningún momento.
Personalmente fastidia y mucho la sensación de que Segura, quizá contenido por pluralizar su producto lo máximo posible entre distintas edades y nacionalidades, no ha logrado terminar de explotar las posibilidades que brindan los personajes y situaciones que se dan a lo largo del filme, pecando casi siempre de falta de ambición a la hora de ir un poco más allá y rematar el resultado.
Sea como sea, Torrente 5 resulta un buen punto de referencia para orientar hacia dónde debe ir la saga.