Magnífica película, sorprendente ante todo, muy distinta de lo que acostumbramos a ver habitualmente, huyendo de la típica comedia o el drama sencillo que habitan normalmente las carteleras.

Sin embargo aquí encontramos una historia de dos locos desdichados, que cuando han llegado a la cumbre del horror y la desgracia en sus vidas no les queda más que ir superándose poco a poco, viendo “El lado bueno de las cosas”, y entonces es cuándo se conocerán y nacerá una relación de superación y ayuda mutua que no les dará más que una paz espiritual y una vía para huir de la violencia y la locura que les inunda y construir un nuevo camino de felicidad y normalidad en sus vidas.

Un drama muy fuerte, que se basa en las desgracias y catástrofes que causa el amor, desencadenando violencia y malas situaciones que en ocasiones no se pueden controlar, por más que se quiera.

Una película muy delicada y fina en cuánto a detalles, muy bien cuidada y con diálogos y situaciones totalmente creíbles que crean un optimismo y una sensación de bienestar en el espectador al acabar la proyección que pocas películas consiguen, pero la calidad de esta si lo merece.

No sólo es una historia fuera de lo corriente, es un drama romántico que merece ser reconocido, y ya está dando sus frutos en los Oscar. Con actuaciones perfiladas de un modo celestial, un Bradley Cooper sorprendente que parece ser que ha huido del Resacón en las Vegas y cada día se va superando un poco más creciendo como en esta gran película, y una Jennifer Lawrence que me ha sorprendido para bien, con una actuación madura y que transmite muchísimo con sus gestos y sus miradas, haciendo uno de sus mejores papeles. Además la química de los dos personajes sale de la pantalla, y nos dejan grandes momentos para el recuerdo, incluso de baile.

Robert De Niro también hace un papel muy divertido y correcto, con la maestría que le han dado los años y va mostrando con pequeñas joyas cada vez que nos regala una película, en un papel también violento pero sensible, otro ser dolido que calma su ira y sus males en apuestas, consolándose con el fútbol.

David O. Russell nos trae una película que gustará a todo el que la vea, nominada a 8 Oscar y que seguramente arrase en los próximos premios. Una joya para degustar lentamente.

Lo mejor:

-Bradley Cooper y Jennifer Lawrence hacen uno de los mejores papeles de su carrera, posiblemente los mejores.

-La mezcla de violencia sentimental y comedia.

Lo peor:

-Nada.