Uno de los puntos comerciales carácteristicos de la cofradía Disney, son sus princesas. Desde Blanca nieves, hasta Mérida, cada una de estas han sabido darle a sus películas ese toque "cuento de hadas" que todas tienen. "Frozen: Una Aventura Congelada" suma no una, sino dos princesas más a esa lista, Elsa y Anna son sus nombres.
Desde que se estrenó, este filme ha sido exitoso, ya que fue la película animada más taquillera del 2013 y además fue galardona con dos premios Óscar, uno como mejor película animada y otro por mejor canción original. También han producido un sin fin de artículos como salveques, libritos para pintar, muñequitos hasta cobijas.
El argumento es una libre adaptación de un cuento de Hans Christian Andersen, "La reina de la nieves". Aquí nos encontramos con un musical, donde las canciones son la línea narrativa de la película.
En el reino de Arendelle, viven Anna y Elsa, dos hermanas que juegan siempre. Elsa tiene el poder de crear nieve y hacer lo que quiera con ella. Cierto día, mientras jugaban, Anna se lastimó debido a lo que creaba Elsa. Unos seres mágicos les dicen a sus padres que traten que Elsa no vuelva a utilizar sus poderes a su antojo y que muy pronto el reino estará condenado a vivir bajo un invierno eterno. Años después, durante su coronación Elsa pierde el control de sus poderes, y es ahí donde un invierno infinito comienza. Ella escapa al bosque, donde se refugia, mientras tanto su hermana sale en busca de ella, junto a Kristoff y Olaf.
El nivel de calidad es muy alto, comparado con otros proyectos, "Frozen: Una Aventura Congelada" es una gran película animada, y aún es una de las mejor de animación digital de Disney. No hay que menospreciar títulos como "Bolt" (2008) o "Ralph el demoledor" (2012), pero claramente el estilo de estas dos están muy distantes del ya conocido, el de las princesas.
Lo mejor es su género musical, cada una de las canciones son apropiadas, y ninguna esta fuera de lugar. Lógicamente la mejor es "Let it go" que la traducción en español sería "Libre soy". Dicha pieza musical se conviertió en un éxitazo. Fue traducida a un montón de idiomas más y la melodía pegajosa duró mucho en la memoria de aquél que la vio.
En fin, en aspectos técnicos y formales sobresale, a pesar de su final predecible, es un producto bueno que se puede recomendar.