Por cuarta vez el comediante Ben Stiller vuelve a sentarse en la silla de director, para rodar su mejor película hasta el momento. "Una guerra de película" es una farsa que se burla desenfrenadamente de la industria hollywoodense, con un buen guión y un elenco que da la talla. Es una autoparodia que critica los excesos de Hollywood y pone en el tapete otros temas incómodos, gracias a diálogos atinados y chistes divertidos.
El filme inicia con falsos avances de cine, presentando a cada uno de los personajes. Tugg Speedman, Kirk Lazarus y Jeff Portnoy son tres famosos actores que trabajan en una colosal producción sobre la guerra de Vietnam.
Tugg interpretado por Stiller, es un ídolo que ha perdido poco a poco su fama y se ha limitado a trabajar en proyectos de ínfima calidad. Con esta nueva película, él busca la forma de volver al éxito y ganar por fin su preciado premio Oscar. Downey Jr. es Kirk Lazarus, un actor que ha ganado cinco premios Oscar y es conocido por meterse mucho en los personajes que interpreta, llevando esa personalidad a su vida privada. Para este proyecto, se somete a una operación de pigmentación de piel, ya que personifica a un afroamericano. Y por último está Jeff Portnoy un divo de la comedia que sufre de adicción a las drogas y por eso, ha sido protagonista de muchos problemas.
Cuando se encuentra en plena filmación, las cosas empeoran y todo el equipo se pierde en medio de la jungla, metiéndose en lío tras lío, teniendo que superar una batalla de verdad para poder salir de ahí con vida.
El guión no es perfecto, ya que cuenta con algunas caídas de tono, pero está bien trabajado, ya que la presentación de la realidad y la ficción y como estas se mezclan, es muy buena. También un punto fuerte, y que hace a la película más divertida, son los números giros argumentales y ese factor sorpresa que existe.
El elenco es espectacular, pero Downey Jr. se lleva las palmas. Su actuación es cómica, dotada de una ironía espectacular.
Hay que mencionar las parodias de algunas película bélicas como "Pelotón" (1986), "Apocalipsis ahora" (1979) e incluso "Forrest Gump" (1994).
"Una guerra de película" no será una de las mejores comedias, pero su atmósfera de experimento, la convierte en una farsa imprescindible a la hora de hablar de la industria de Hollywood.