Segunda película del director de la estupenda y visceral “America History X” 1998, Tony Kaye, esta vez, al igual que con su opera prima, entra en un pantano de emociones que tenemos al alcance de la mano, pero de las que no somos capaces de ver, bien porque no nos toca directamente o bien porque pensamos que estamos por encima de esos problemas para que nos salpique. La temática de la película es ahora de gran relevancia y pienso que este estupendo film se debería ver obligadamente en los institutos y colegios, ¿qué educación damos a nuestros hijos?¿somos conscientes de lo que necesitan? ¿nos creemos con derecho a exigir que los profesores eduquen a nuestros hijos?... hay que equivocados estamos. “El Profesor” hábilmente viene a destrozarnos la mente, a abrirnos el cerebro y a meter los principios y los ideales, porque el Mr Brathes no da lecciones de literatura, da lecciones de vida, dice que el que sabe leer y sabe entender podrá ser algo (no debe tener precisamente tendrá un doctorado), pero no formar parte del rebaño, tener sus propias ideas, éxitos y fracasos. Mr Brathes es un profesor sustituto, con un gran poder de enseñar y ayudar, al mismo tiempo el más necesitado de ayuda. Mr Brathes es un sustituto y pasa por los institutos sin hacer ruido pero marca a los alumnos con su aguijón de la conciencia. Porque si de algo vale esta película es para hacernos entender que el profesor tiene esa llave para enseñar pero no todos tienen la misma cerradura, y el conflicto profesor- alumno llega cuando alguno de los dos quiere abrirla sin ser el momento. Varias escenas de la película me llegaron a dar verdadera vergüenza, una la del chico pidiendo un folio a Mr Bathes y la otra es la de esa madre que le recrimina, insulta y desacredita a la Mrs Madison. La imágenes seudo-documentales del inicio, en la que profesores hablan del motivo que eligieron para dedicarse a la educación no tiene desperdicio, Tony Kaye crea una atmosfera de cine independiente, esta película no es “La Ola”2008 o “La Clase”2008 .Kaye se recrea en las imágenes con advertencia, mide distancias acertadas con el espectador, una fotografía oscura y sucia acompañan a Henry Brathes toda la película. Muestra el silencio de las caminatas nocturna de Henry, esos paseos en los que parece que le es imposible desconectar. A Henry le pesa algo, algo que le marco de niño, y sale en forma de ayuda, así que se ofrece ayudar a Carol, una jovencísima prostituta con problemas, pero ¿quién le ayuda a él?
Excelente trabajo de Adrien Brody con el enorme registro de una persona en caída libre, que junto a Tony Kaye dejan una película para ser recordada durante mucho tiempo.


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