Como siempre suele pasar, estamos ante una película rara de principio a fin que está enormemente sobrevalorada.

¿Dónde está el desarrollo de los personajes, la empatía que debiera sentir el espectador? ¿Por qué las situaciones rozan el patetismo de lo poco probable intentando mostrarlo como algo mundano, o más bien, como lo penosamente mundanas y poco satisfactorias que pueden llegar a ser nuestras vidas? ¿Debemos valorar que el director - director y su amigo guionista pretendan más el desconcierto y lo violento que el desarrollo de un argumento que llegue realmente?

Luego viene la segunda parte, que es la reacción de la crítica especializada y de los susodichos "freaks del cine". Yo, que soy un poco tonto (al menos lo reconozco) dejo que la valoración de Javier Ocaña me llame la atención, pues es un crítico que para que le entre una película por el ojo tiene que destripar trescientas que merecen la pena, y de esta dice, textualmente, que es "inmensa".

A mi me da por reírme, y a los 30 minutos de película si querer, entro en carcajada por el extremo patetismo de algunas situaciones, la pareja que nos acompaña, dos butacas a la izquierda me mira con cara de indignación y yo, pensando que estoy dando la nota, no puedo dejar de reírme de manera cada vez más violenta y compulsiva. A los 50 o 55 minutos me vuelve a pasar lo mismo, y si no fuera porque estoy bien acompañado me levantaría y me iría con una indignación mucho mayor a la de mis compañeros de asiento, la mía se hubiese debido a tirar 5 € de mi presupuesto en una película más irritante y patética de lo que nunca hubiera imaginado.

A mi modo de verlo, una de las peores películas que he visto en mi vida. A pesar de ese 7 de media que le acompaña tras más de 2500 puntuaciones en filmaffinity.

Nada más significativo de lo que hoy gusta, de lo que llama la atencion de cinéfilos y registrados en esta página. Lo raro por lo raro, lo innovador con falta de contenido. Y no voy a perder mi tiempo en criticar los aspectos técnicos, que también tienen tela. Seguro que muchos los justificarán como parte de ese cine innovador que emerge, y yo diría que es vagancia y modernismo.

Solo hace falta que sea diferente. Toda una pena la verdad.