Lo primero que sorprende de esta película es su duración (casi cuatro horas). A pesar de ello, Sion Sono logra, de forma sorprendente, mantener la atención y el interés del espectador hasta el último minuto.
Love exposure narra la historia de una familia japonesa en constante transformación y, en ocasiones, al borde del precipicio. Los principales denominadores de la obra son la mezcla de estilos y la exageración, hasta el punto de que, a lo largo de sus 240 minutos, nos puede llegar a parecer un drama a la japonesa, una comedia ácida, un thriller atípico o una "tarantinada nipona". Sin embargo, Sono consigue, de forma magistral que este puzzle de estilos e ideas, con marcado acento japonés, encaje y enganche.

Love exposure es una apuesta arriesgada que muestra que la determinación del director japonés para narrar una historia "a su manera", sólo es comparable a la de su personaje principal, dispuesto a arriesgarlo todo no sólo por amor sino también por la búsqueda de un ideal: encontrar a su María. La determinación de ambos convierten la historia en algo "próximo" y la película en un producto con calidad y personalidad.Como se ha dicho tantas veces: "la fe mueve montañas"