Curiosa película de Chaplin, porque curiosa es la forma de tratar a un personaje que es un asesino en serie, lo tratan como un ciudadano normal y corriente que en lugar de buscarse la vida trabajando lo hace asesinando, sin elementos macabros ni nada, simplemente espera el momento de robarles el dinero para mantener a su familia. Ahora yo me pregunto, ¿puede haber asesinos en serie que simplemente maten por dinero o forzosamente tienen que tener algún elemento más para dar muerte a tantos sujetos?
Magnifico el discurso del final, vale la pena escucharlo para ver lo contradictoria que resulta nuestra sociedad hoy en día, para ver lo mal encaminados que vamos hoy en día desde el principio.
El guión es muy bueno, pero como siempre la realidad supera a la ficción y Chaplin tiño de blanco a un Landrú más oscuro que lo negro.