Por un lado tenemos a una preciosa Natalie Portman y por otro a un afeado Ashton Kutcher. Ella es médico, él es asistente de "algo" en una productora de televisión con aires de guionista. Química entre los dos: CERO.
Sin duda es la peor pareja que he visto nunca en una película. No pegan. Nada. Cero.

La película en sí tampoco es gran cosa. La típica comedia romántica y no pegues más tiros. Ahí acaba todo. Algún momento gracioso, algún momento tierno y punto final.
Hay personajes que no se llegan a desarrollar y cuya existencia no tiene sentido, pero ahí están.

En fin, una película para ver un domingo lluvioso de resaca tapado con una manta y sin esperar nada. De verdad no sé cómo Natalie ha aceptado el papel. Supongo que sabría que tener hijos trae gastos...