Película dramática, en ocasiones excesivamente empalagosa, que retrata la soledad y la intolerancia desde dos caras diferentes a través de una mujer negra y de un hombre blanco de tendencias fascistoides.
Es un film del montón, sostenido con grandes actuaciones de los protagonistas y con una escena en la casa del personaje de Halle Berry (espectacular mujer), que pasará a la historia del celuloide por su perfección erótica y sus dosis pornográficas.
En definitiva es una obra que no recomiendo para mentes depresivas en sí, pues la película es bastante negativa. El resto véanla.