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España España · Lleida
Voto de Uma:
3
Romance. Comedia. Drama Años después de su divorcio, el veterano novelista Bill Borgens (Greg Kinnear) sigue obsesionado con Erica (Jennifer Connelly), la mujer que lo abandonó por otro hombre. A pesar de los esfuerzos de su vecina Tricia (Kristen Bell), él sólo tiene ojos para Erica. Cuando Bill descubre que su hija Samantha (Lily Collins) acaba de publicar su primera novela, se da cuenta de que él hace tiempo que no escribe. Al mismo tiempo, su hijo Rusty ... [+]
2 de diciembre de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy un ser contradictorio. Me encontré con un afán incontrolable de ver esta película hasta el final, y ello sin dejar de pensar ni un solo minuto que era una verdadera monstruosidad. Así estoy de corrupto. Al menos me doy cuenta. Estoy irremediablemente contaminado por esas historias americanas con ese blandengue codigo moral, de silencios sobreentendidos, de rabietas con carga de profundidad, de un sentido insoportable de la decencia... Y tan corrupto estoy que siguen estas historias arrancándome una lagrimita, pagada a muy bajo precio. Ay, como nos gusta movernos por terrenos conocidos, que nada se nos escape, que tengamos identificado cada gesto y cada palabra y cuál es su significado emocional. Estas películas nos han enseñado a sentir y a relacionarnos, nos han convertido en zombis emocionales, y qué felices estamos de serlo. Necesitamos pisar terreno sólido, o el mundo se tambalea.

Aquí arrancan las teorías de la conspiración, esas que dicen que nos tienen hipnotizados y aborregados con ese edulcorado desfile de historias positivas de personas moralmente sanas, consumidoras y satisfechas del sistema en el que viven. Yo no termino de imaginarme a un megasuperhombre ultrapoderoso controlando el mundo por medio del cine, y la publicidad y los videojuegos, pero sí que creo que hay una voluntad, seguramente no organizada, del primer mundo de venderse a sí mismo para recordarnos que este es el mundo que mola y el que nos conviene, y al cual debemos proteger. Es casi una amenaza soterrada, mostrándonos lo que podríamos perder. Todo eso daría para darle muchas vueltas que exceden a la tarea de esta crítica cinematográfica y que superan al que la suscribe.

Así que, centrándonos en lo cinematográfico, y hecha ya la lectura moral de la película, que me parece abominable, diré que como historia me parece verdaderamente pobre, tan satisfecha de sí misma, que tiene la desfachatez de convertir a todos los personajes en escritores de talento, y darles ese rincón dramático (madre con cáncer, amiga con adicciones) que lanza esas pulsiones milimétricas para desatar las lagrimitas. Una historia con personajes tan firmes en sus convicciones al uso que reducen al espectador a la categoría de mindundi, si no proscrito moral, que no alcanza la suela de ningún zapato.

Hubo un tiempo, y una edad, en que estas películas me gustaban y me animaban a ser "mejor persona", y por supuesto, a ser escritor de novelas. Porque se ve que si eres tú mismo, al final, triunfarás... Hoy en día me producen arcadas. Pero como soy tan contradictorio, hay lluviosas tardes de invierno en que uno se acurruca en el sofá y se abandona a esa comilona tan poco sana para el cerebro (el equivalente cinematográfico del Big Mac).

Estoy en un punto vital en el que me parece que la película más sana del mundo es "Arrebato", de Ivan Zulueta. Y lo digo totalmente en serio.
Uma
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