Octava entrega de la mítica saga de terror, una saga que ha ido de más a menos, sobre todo después de la tercera entrega, con una sexta entrega que fue la más floja de todas y se recuperó algo con la séptima, pero volvieron con una octava entrega desastrosa en todos los aspectos, siendo una película más de risa que de terror, intentando que mi mente borre de la existencia esta octava entrega.
Una nueva película que da pena, desde el modo en el que Jason vuelve a dar por saco, de nuevo estirando esa resurreción de Jason que ya te cansa de la incoherencia en que se produce, aunque bueno, en otras era un zombie, en otra había una chica con telequinesia, que hacían las entregas algo más disfrutables, pero esta entrega no sé porqué diablos la hicieron, porque no tiene sentido nada, con un Jason que se va a Manhattan en un crucero para matar, con unas actuaciones que te provocan risa por la manera en que actúan, con unos diálogos que no te los puedes tomar en serio y con escenas donde los actores van lentos aposta para que les coja Jason y les mate, por no hablar de la recta final que encima tenemos hasta un poco de boxeo y entrenamiento para Jason, quedando en excepción el maquillaje de la película que me parece acertada, sobre todo las escenas finales y algunas escenas de tensión como el principio de la película, el resto es basura.
Poco más puedo decir de la película, una octava entrega que va de más a menos, siendo incoherente, mal actuada, mal organizada y siendo un desastre argumentalmente, una pena que Jason haya acabado con una octava entrega tan cutre, que hasta te daba risa en varios momentos de lo que estabas viendo, quizás sea lo mejor de la película, que por lo menos te lo pasas bien de lo que estás viendo y más si te tomas mientras la estás viendo una cerveza. Nota más justa: 2,5/10.