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Voto de Miguel Moreno:
6
Thriller Simon (James McAvoy), un empleado de una casa de subastas, se asocia con una banda criminal para robar una valiosa obra de arte. Pero, tras recibir un golpe en la cabeza durante el atraco, descubre, al despertarse, que no recuerda dónde ha escondido el cuadro. Cuando ni las amenazas ni la tortura física logran arrancarle respuesta alguna, el líder de la banda (Vincent Cassel) contrata a una hipnoterapeuta (Rosario Dawson) para que le ayude a recordar. (FILMAFFINITY) [+]
9 de julio de 2013
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Lo nuevo de Danny Boyle ha llegado a las salas. Si bien los derroteros por los que el director nos lleva esta vez son bastante diferentes a lo que ha ofrecido otras veces, el resultado final es bastante desigual al llegar los créditos. El juego que propone Boyle es tan intrincado y serpenteante que puede llegar a agotar.

Bien es cierto que se trata de una de las propuestas mas frescas y originales de la cartelera, y que una vez metidos en la trama puede resultar muy sugestiva, pero las callejuelas por las que nos mete el bueno de Boyle al final acaban mareando nuestra cabeza. La trama es simple en su premisa: un atraco de una obra de arte, un personaje con pérdida de memoria y un macabro juego por recuperarla. James McAvoy cumple con creces con su personaje, y lo mismo se puede decir de Vincent Cassel, con papel que va como anillo al dedo. Rosario Dawson por su parte completa un personaje profundo e intrincado que también tiene dos caras.

El arranque de Trance es tremendamente atrapante. La trama se sigue con interés hasta que lega el acto final, en el que el consabido giro argumental hace su aparición de forma demoledora, pero igualmente inverosímil. El esfuerzo que Boyle ha puesto en construir su historia quizá se ve lastrado por querer sacudir nuestra mente con una fuerza desmedida. Sin embargo, la habilidad del director para rodar una historia como esta es apabullante. Nunca sabremos en que baldosa poner el pie, ni que giro podrá dar la historia.

Al final, Trance resulta una interesante propuesta y una sutil forma de jugar con nuestra mente. Boyle sigue siendo Boyle. Quizá más pagado de sí mismo esta vez, pero igualmente disfrutable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miguel Moreno
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