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Voto de Miguel Moreno:
9
Drama Adaptación de un libro de John Carlin (Playing the enemy). En 1990, tras ser puesto en libertad, Nelson Mandela (Morgan Freeman) llega a la Presidencia de su país y decreta la abolición del "Apartheid". Su objetivo era llevar a cabo una política de reconciliación entre la mayoría negra y la minoría blanca. En 1995, la celebración en Sudáfrica de la Copa Mundial de Rugby fue el instrumento utilizado por el líder negro para construir la unidad nacional. (FILMAFFINITY) [+]
22 de febrero de 2010
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Invictus resuta una cinta poderosamente inspiradora. Y la mano del maestro siempre ayuda, eso por descontado. Eastwood hace que nos encariñemos con Mandela y que vitoreemos a Francoise. Consigue que nos imaginemos al presidente en su celda minúscula durante tantos años y perdonando a los que le encerraron. Y es que Morgan Freeman hace un sólido trabajo sin fisuras como un Nelson Mandela lleno de coraje y energía, luchando por una Sudáfrica más libre que nunca, desde el primer día en su cargo como presidente. Se nos presenta como un hombre justo que ha sufrido lo suficiente como para entender que el perdón es mucho mas importante que el odio, que se puede recuperar la fuerza de una nación entera mediante un mensaje directo y una convicción inmensa. Y es ese equipo de rugby que no destacaba demasiado el que finalmente será responsable de hinchar de orgullo los muchos corazones de un puñado de millones de aficionados, y de hacer que las muchas voces de Sudáfrica se alzen al unísono en un verdadero canto a la esperanza.

Clint relata la historia como solo él sabe hacerlo. Para Mandela significaba mucho mas que ganar una copa del mundo. Significaba ganar la libertad de un país y restituir la confianza perdida una vez. Y es con esa propuesta con la que logra levantar un proyecto cinematográfico redondo. Matt Damon como Francoise logra comprender al final que el perdón y la voluntad son mucho mas que un partido de Rugby, y que Mandela pretendía mucho más que reavivar un equipo en momento bajo.

Se trata de una cinta que se ve con agrado, aún no mostrándonos al mejor Eastwood. La inspiración que provoca es realmente contagiosa. No se trata de una película menor. Se trata de una película que tiene algo que decir, algo que mostrar. Y que finalmente deja un mensaje que resonará en nuestra memoria durante un tiempo considerable.

El último partido entre Sudáfrica y Nueva Zelanda es realmente emocionante. Casi hará que te levantes de la butaca en sus momentos finales. Porque al final se consigue lo que prácticamente era imposible. Recuperar la fuerza y la confianza de un país mediante un solo movimiento político: un partido de rugby.

Francamente inspiradora.

"Soy el amo de mi destino. Soy el capitán de mi alma."
Miguel Moreno
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