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Voto de Miguel Moreno:
8
Drama Retrato de la vida de Uxbal: padre abnegado e hijo desamparado. Intermediario de la sombra. Próximo a los desaparecidos. Atraído por los fantasmas. Sensible a los espíritus. Superviviente en el corazón de una Barcelona invisible. Sintiendo que la muerte le ronda, intenta encontrar la paz, proteger a sus hijos, salvarse a sí mismo. La historia de Uxbal es sencilla y compleja, al igual que nuestras vidas de hoy. (FILMAFFINITY)
16 de mayo de 2011
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es reconocible el cine de Iñárritu por enseñar la descarnada realidad, por despedazarla ante nuestros ojos sin el menor pudor, por contarla sin maquillajes. Es seguramente eso uno de los puntos que dan ese valor añadido a su forma de hacer cine. Probablemente aquí esa constante se lleva a la máxima expresión.
La historia de Uxbal es, prácticamente, el retrato del dolor. De la desesperanza. De la abnegación paternal. De la crudeza de la vida. De como intentar abandonar las tinieblas sin conseguirlo. Y es ahí donde reside la mejor y la peor cara de la cinta. Mientras seguimos la andadura de Uxbal, y nos hundimos con él en su propia realidad, lo sufrimos todo en primera persona. Y eso no gusta. No le gusta a nadie. Casi todo es feo, amargo, desgarrador, duro es poco. A Uxbal se le acaba el tiempo y sólo podemos mirar. No todo el mundo podrá soportarlo.

Iñárritu despedaza la realidad de forma tan contundente que uno llega a pensar qué más puede pasarle al protaginista. Qué vuelta de tuerca puede dar la cinta para hacerle sufrir un poco más. Y eso, hay espectadores que no lo tolerarán. Cierto es que me arrancó casi las lágrimas en algunas secuencias, pero tal festival de miseria puede provocar la arcada. La cinta atenaza, inmoviliza, te deja exhausto, sin fuerza para levantarte.

Luego está el inmenso Bardem. Un papel apabullante, me lo creo todo. Cada gesto, cada momento, cada mirada. Una potentísima interpretación de un actor excelente, y por si fuera poco, nuestro además. Eduard Fernández un secundario de lujo también. La Barcelona menos turística, a juegos con los personajes que a modo de baraja nos presenta el director, es el marco perfecto para el desarrollo de la historia.

El principio y el final son la misma cosa. La liberación y la destrucción. Una excelente composición para terminar la cinta, una vez explicado todo. Pero el exceso hace mella. La ausencia de contención empaña el resultado final. Y es que la cinta no me ha disgustado, pero estoy prácticamente seguro de que no volvería a verla. Por algo será.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miguel Moreno
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