El truco del manco es la última inmersión del cine español en la cartelera. Con un reparto absolutamente desconocido, exceptuando quizá para los forofos del hip Hop a el Langui, líder del grupo de rap "La excepción", nos llega una historia marginal de cómo se sobrevive en las calles más duras de una Barcelona que dista mucho de las que ofrecen los que quieren vender paquetes vacacionales.
Es una historia que, sin aportar nada nuevo y cayendo en excesivos tópicos en el dibujado de algunos personajes, sí que transmite una indudable sensación de realismo de lo que está pasando en las calles de los barrios más desfavorecidos de la ciudad. El Langui y Ovono Candela se ganan la vida como pueden (casi siempre de forma ilegal y deshonesta) conociendo de antemano las limitaciones que tienen dentro de su pequeño mundo particular.
La discapacitación física del Langui hace todo el triple de difícil para él, en tareas tan simples para el resto como es meterse en una bañera, sin embargo será a él precisamente al que nadie pueda decirle que "no se puede". Pero su local de grabación donde ensaya sus temas de hip hop, su sueño, tiene que ser alcanzado cueste lo que cueste. Para ello los dos amigos, entre un sin fin de obstáculos e imprevistos, tratarán de reunir el dinero suficiente.
La marginalidad, drogas y delincuencia están presentes durante todo el largometraje, dando lugar a situaciones donde a veces se nos escapará una sonrisa y otras no tanto. Y todo ello casi siempre inmersos en un panorama social donde no es difícil saber como puede acabar todo.
Todo esto ya se nos contó en "Barrio" de manera menos descarnada, con algo menos de dureza e imágenes más suavizadas. Es la vida de cada día en un barrio marginal donde se lucha por sobrevivir y llegar a algo, y a la vez, salir de ese mundo gris donde nada bueno podremos encontrar al fin y al cabo. Las interpretaciones son correctas aunque bastante tópicas y contamos con el breve cameo de "la mala" Rodriguez como amiga de la pareja protagonista.

Particularmente no me resulta el descubrimiento del año, pero sí un retrato fiel a la vida que se vive en unas circunstancias desfavorables, en un barrio desamparado, donde un personaje que lo tiene todo el doble de complicado, continúa adelante lentamente a pesar de que sus sueños amenacen con romperse en mil pedazos.