A los que nos gusta digerir de vez en cuando alguna perla de serie B tenemos el serio problema de que, con el tiempo, siempre aparece una película con mucha acción, muchas luces y muchos coches persiguiéndose que nos recuerdan a algo. En esa nebulosa navega "Teléfono" de Don Siegel, donde el gran Charles Bronson se dedica a buscar al caradura que se está dedicando a activar a los espias durmientes de la odiada EEUU.

Bien, en esta ocasión, comparaciones aparte, Angelina encarna a un agente de la CIA que es acusada de ser una espía soviética (en el 2010 tiene narices la cosa). Como el puzzle no encaja muy bien, resulta que, sin saberse si es verdad o no, cuando era todavía señorita parece que vivió en la URSS, fue entrenada para el sabotaje y posteriormente le lavaron el cerebro con Perlán y no se acuerda ni de lo que comió ayer.

Para zamparse tres kilos y cuarto de palomitas está de muerte, ahora, el que busque algo más..... no se yo, eh.