La película va de un tío de 40 y pico años (Woody Allen) que sale con una chica de 17 a la que durante toda la peli pretenden explicarnos clarísimamente que usa para pasar el rato. Otros no lo entienden así; no lo comprendo. Su mejor amigo está casado pero tiene una amante. Éste se la presenta a Woody, al que en un principio cae mal, pero después se vuelven a ver por casualidades de la vida y surge la chispilla. El amigo lo deja con la amante esta, Woody aprovecha y se lía con ella, deja a la de 17 años. Algún tiempo más tarde la ahora novia de Woody le confiesa que sigue enamorada de su examante, así que lo dejan. Woody vuelve a por la de 17 años, pero resulta que se tiene que ir a estudiar a Londres y pasa del culo de Woody Allen (BIEN!).
En esta última escena se ve como el tío solo quiere volver con ella porque la otra le ha dejado. Vamos, que romanticismo y amor, cero. Pero hay idiotas que la consideran según vi por aquí una de las mejores escenas de romanticismo de la historia del cine. En serio, ----no----.
Sé que muchos de vosotros diréis que he simplificado demasiado la trama, pero es que es eso de lo que va. Hay quienes quieren ver que los cuarentones pedantes no supieron enamorarse (falso. Son ellos los que lo dejan todo por amor, precisamente. Es Allen el que únicamente está ahí para llevarse a la niña al huerto.)
Así que en resumen, en serio, si os gusta este director me parece bien. Pero dejad de haceros los “profundos”. El autoengaño es algo muy feo, y más si se lo queréis hacer creer a todo el mundo.