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Voto de coque:
9
2014
Jack Amiel (Creador), Michael Begler (Creador) ...
7,7
11.166
Serie de TV. Drama
Serie de TV (2014-2015). 2 temporadas. 20 episodios. Ambientada en el Nueva York de 1900, 'The Knick' se adentra en los pasillos del hospital Knickerbocker de Nueva York, donde el prestigioso cirujano Dr. John W. Thackery, pese a su secreta adicción a la cocaína, lidera un equipo de médicos con el que no duda en sobrepasar los límites de la ética y la moral de su época en favor de la investigación científica. Todo un adelantado a su ... [+]
31 de julio de 2022
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Varias personas opinan que han visto esta serie por recomendación o por casualidad y es que en el 2014, a la otrora Cinemax, sólo tenían acceso unos pocos y no se publicitó como se merece. Yo mismo la he conocido varios años más tarde, al ver la recomendación y el voto de un amigo y me atrevo a afirmar que es una de las mejores series de tv que se han hecho.
Así de primeras diría que es intrigante y magnética, de una ambientación extremadamente cuidada, exquisita. Con un diseño elegante y una iluminación oscura y coherente con lo que se pretende contar. Perfectamente interpretada por todos los personajes y con un guión que te atrapa y engancha desde el principio.
A destacar: el avance de la ciencia y la tecnología, el de las cirugías y sus negligencias, la aparición de inventos como el aspirador, los rayos X, la primera cámara de vídeo. Resaltar sobremanera la diferencia de clases sociales, el racismo, la corrupción, el chantaje, las drogas y la prostitución. El lugar que ocupaban las mujeres de la época, así como el de la iglesia, de una moral y ética bastante cuestionables.
En resumen: una serie magnífica para recordar y reflexionar acerca de lo despreciable y amoral que puede ser la raza humana. Es el reflejo de una época y una sociedad, aunque en muchos aspectos no muy diferente siglos más tarde, por desgracia. "ESTO ES LO QUE SOMOS", citaban. Cuánta razón entonces, ahora y siempre. Por suerte y para no desesperar del todo, con algún que otro atisbo de humanidad, afortunadamente.
Más que recomendable, OBLIGADA, no le veo ningún fallo destacable. Quizás a veces le falta un poco de tensión y emoción y de ahí el 9 del voto, pero por decir algo.
¡Pasen y vean!
Así de primeras diría que es intrigante y magnética, de una ambientación extremadamente cuidada, exquisita. Con un diseño elegante y una iluminación oscura y coherente con lo que se pretende contar. Perfectamente interpretada por todos los personajes y con un guión que te atrapa y engancha desde el principio.
A destacar: el avance de la ciencia y la tecnología, el de las cirugías y sus negligencias, la aparición de inventos como el aspirador, los rayos X, la primera cámara de vídeo. Resaltar sobremanera la diferencia de clases sociales, el racismo, la corrupción, el chantaje, las drogas y la prostitución. El lugar que ocupaban las mujeres de la época, así como el de la iglesia, de una moral y ética bastante cuestionables.
En resumen: una serie magnífica para recordar y reflexionar acerca de lo despreciable y amoral que puede ser la raza humana. Es el reflejo de una época y una sociedad, aunque en muchos aspectos no muy diferente siglos más tarde, por desgracia. "ESTO ES LO QUE SOMOS", citaban. Cuánta razón entonces, ahora y siempre. Por suerte y para no desesperar del todo, con algún que otro atisbo de humanidad, afortunadamente.
Más que recomendable, OBLIGADA, no le veo ningún fallo destacable. Quizás a veces le falta un poco de tensión y emoción y de ahí el 9 del voto, pero por decir algo.
¡Pasen y vean!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Owen: cirujano brillante, excelente, ególatra, arrogante, interpretando su mejor papel hasta la fecha, igual de adicto al trabajo que a la cocaína, que juega a ser Dios pero, por contra, es un ser humano bastante desgraciado, con infinidad de carencias y al que le persiguen sus propios fantasmas y frustraciones.
Pero no recae el peso de toda la serie en su personaje principal, puesto que le acompañan un elenco de secundarios de lujo a la altura y a cada cual más particular...
El jefe de las ambulacias y la monja, cuya química traspasa la pantalla desde el minuto uno, siendo sin duda para mi la pareja que más destaca de la serie.
El pobre Dr. Edwards, que por más que intenta destacar y ser tratado como un igual, acaba apaleado y ciego por el doctor Gallinger tras intentar denunciarle por sus prácticas de la eugenesia con nocturnidad, alevosía y absoluta impunidad... Eugenesia defendida y respaldada a capa y espada por la alta sociedad y supremacía blanca y que acabará por llevarse a la práctica en Alemania. Después vendría Hitler, pero esa ya es otra historia...
Las relaciones clandestinas por doquier. La del doctor protagonista, Owen y la enfermera Lucy. La evolución de ella es tremenda. De pobre y sumisa empleada, que sólo acata órdenes, a mujer empoderada que aprovecha el poder del sexo y la confesión de una prostituta para darse cuenta de que puede conseguir todo cuanto se proponga en la vida... La relación con su padre, los abusos y malos tratos que recibió en el pasado. Resulta espeluznante ser espectador de su venganza de esa manera tan fría y calculadora, jeringuilla mediante.
Y en la misma línea aterradora, que te pone la piel de gallina, está la mujer del doctor Gallinger, que nunca pudo superar la pérdida de su hija. El cambio progresivo de su justificada enfermedad a psicótica incontrolada que envenena a su médico, da auténticos escalofríos.
Otro clandestino es Herman Barrow, el gerente del Knickerbocker, un ser absolutantemente despreciable que sólo puede producir rechazo de principio a fin. Buitre y corrupto hasta la médula, sin ningún atisbo de valores ni principios y de nefasta catadura moral.
Y otros personajes secundarios también muy bien interpretados como el inocente, entrañable y carismático Dr. Bertie, Cornelia y Herny Robertson, este último del estilo de Barrow: avaricioso sin límite, capaz de provocar la muerte de su propio padre sin escrúpulo alguno y encima alardear sobre ello.
Más otros tantos que seguro me dejo pero que hacen del conjunto un equipo de actores todos estupendos, difíciles de superar.
En definitiva: No la descartéis ni la dejéis pasar, es BUENÍSIMA y el 7 y pico de media no le hace justicia para nada.
Pero no recae el peso de toda la serie en su personaje principal, puesto que le acompañan un elenco de secundarios de lujo a la altura y a cada cual más particular...
El jefe de las ambulacias y la monja, cuya química traspasa la pantalla desde el minuto uno, siendo sin duda para mi la pareja que más destaca de la serie.
El pobre Dr. Edwards, que por más que intenta destacar y ser tratado como un igual, acaba apaleado y ciego por el doctor Gallinger tras intentar denunciarle por sus prácticas de la eugenesia con nocturnidad, alevosía y absoluta impunidad... Eugenesia defendida y respaldada a capa y espada por la alta sociedad y supremacía blanca y que acabará por llevarse a la práctica en Alemania. Después vendría Hitler, pero esa ya es otra historia...
Las relaciones clandestinas por doquier. La del doctor protagonista, Owen y la enfermera Lucy. La evolución de ella es tremenda. De pobre y sumisa empleada, que sólo acata órdenes, a mujer empoderada que aprovecha el poder del sexo y la confesión de una prostituta para darse cuenta de que puede conseguir todo cuanto se proponga en la vida... La relación con su padre, los abusos y malos tratos que recibió en el pasado. Resulta espeluznante ser espectador de su venganza de esa manera tan fría y calculadora, jeringuilla mediante.
Y en la misma línea aterradora, que te pone la piel de gallina, está la mujer del doctor Gallinger, que nunca pudo superar la pérdida de su hija. El cambio progresivo de su justificada enfermedad a psicótica incontrolada que envenena a su médico, da auténticos escalofríos.
Otro clandestino es Herman Barrow, el gerente del Knickerbocker, un ser absolutantemente despreciable que sólo puede producir rechazo de principio a fin. Buitre y corrupto hasta la médula, sin ningún atisbo de valores ni principios y de nefasta catadura moral.
Y otros personajes secundarios también muy bien interpretados como el inocente, entrañable y carismático Dr. Bertie, Cornelia y Herny Robertson, este último del estilo de Barrow: avaricioso sin límite, capaz de provocar la muerte de su propio padre sin escrúpulo alguno y encima alardear sobre ello.
Más otros tantos que seguro me dejo pero que hacen del conjunto un equipo de actores todos estupendos, difíciles de superar.
En definitiva: No la descartéis ni la dejéis pasar, es BUENÍSIMA y el 7 y pico de media no le hace justicia para nada.