Parece ser que la crisis de imaginación que afecta a Hollywood, empieza a aparecer en las series de TV. Nikita, esta Nikita es un remake de la serie "La Femme Nikita" que además es la adaptación de la película del mismo nombre de Luc Besson, es decir una adaptación estadounidense, de un serie canadiense, de una peli francesa. No se puede ser más multiétnico.
Esta serie es una mezcla de lo cruel que era la Nikita de Besson, i.e. sangre fácil, con toda la estructura de serie de espías a los James Bond que tenía la primera serie, y con la trama de amor y venganza que hizo de Alias (J.J. Abrams) una serie de "acción" para amas de casa y quinceañeros que ven la tele después de comer.
Una vez vilipendiada, cabe decir que de las series estrenadas en 2010 es de las que mejor se dejan ver, es ágil, rápida y justa con los misterios y giros de argumento, no hay cientos de contraespías, de momento, que esperan el mejor momento para decir que son buenos y después malos y después muy buenos. No tiene, el gran problema que tuvo Alias y es intentar llenar el hueco de "solo venganza" por misticismo barato. No hay personajes sorpresa que salen detrás de una cortina, tiene la acción suficiente para mantenerte sin parpadear durante un capitulo entero, la habilidad para conocer a los personajes desde el principio, es como ver pequeñas películas de acción sin la innecesaria persecución de media hora, no hay sangre brotando de cabezas sin razón pero sí hay asesinatos, no hay un jefe final todopoderoso, pero sí hay un jefe cabrón al que odias desde el primer momento.