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Voto de Juan Ignacio :
7
Drama Frank Galvin (Paul Newman), un maduro abogado en decadencia, es un adicto al alcohol que sobrevive gracias a pequeños y rutinarios trabajos. Un antiguo socio le recuerda el caso, todavía sin resolver, de un error médico cometido en un hospital y del que Galvin se había ocupado. No es nada fácil para él trabajar de nuevo de forma profesional, pero su tesón es tal que no tarda en averiguar que puede ganar el caso. Es entonces cuando ... [+]
18 de noviembre de 2019
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La acción se desarrolla en Febrero de 1981, en Boston. Frank Galvin, de mediana edad, abogado, se ha convertido, debido a sus desgraciadas circunstancias personales, en un ser solitario y alcoholizado. En la actualidad solo tiene entre manos un caso, y gracias a que su amigo Mick, viejo amigo y profesor suyo en la universidad, se lo ha facilitado. Dicho proceso se trata de una presunta negligencia médica, cometida en un hospital perteneciente a la archidiócesis católica, que dejó convertida en un ser vegetativo a una mujer de 28 años por aplicarle anestesia general cuando no se debía.

Richard Zanuck y David Brown, productores de la 20th Century Fox, compraron los derechos de la novela 'The Verdict' (mismo título que el original del film), de Barry Reed, aun antes de que ésta fuese editada (1980 fue el año de su publicación). Barry Reed, antes que escritor de bestsellers, era un célebre abogado especializado en litigar en casos de neglicencias médicas. Encargaron el guion a David Mamet, y la dirección a Arthur Hiller; pero el texto no gustó a este último, por lo que se desentendió del proyecto, tampoco agradó a los productores, dado lo cual se lo confiaron a Jay Presson Allen, cuyo trabajo sí les satisfizo. En aquel momento, al igual que habían hecho otros afamados actores, Robert Redford se ofreció para hacer el papel protagonista, con lo que Zanuck y Brown estuvieron de acuerdo; pero no así con que Redford contactara a sus espaldas con Jame Bridges para que escribiera un nuevo guion, que finalmente el propio Redford descartó, ni que posteriormente lo hiciera con Sidney Pollack para que escribiese otro texto (no le gustaba interpretar el papel de un alcohólico) y dirigiera la película. Al final la producción prescindió de Redford y acudieron a Sidney Lumet, quien, tras leerse todos los guiones que para entonces ya había redactados, eligió el de David Mamet.

Es cierto que estamos ante una obra del que podríamos denominar subgénero de juicios; pero, sobre todo, estamos ante una historia que nos habla del resurgir de un hombre que se encontraba en lo más hondo de su propio infierno, lugar a donde le habían llevado, de un lado la fatalidad, y del otro su falta de honradez en un momento determinado de su vida.

'Veredicto final' (es curioso, se rodaron dos finales, uno con veredicto y otro sin él) es la clase de película que atrapa al espectador desde el principio, y en esta ocasión por dos motivos, por el caso en sí, muy llamativo y emotivo, el de una mujer relegada a estado vegetativo por una imprudencia de los médicos estando amparados estos por una institución y un despacho de abogados muy poderosos; y por el camino del renacer de un hombre, ahora totalmente honrado, que contra viento y marea lucha por hacer prevalecer la justicia y, al tiempo, resurgir de sus cenizas. Si a lo anterior le unimos los condimentos de la lealtad y la traición, ambos se dan en la narración, tenemos ingredientes más que suficientes para encandilar al público; y más al apreciar una buena dirección, un buen guion y una memorable interpretación de Paul Newman.
Juan Ignacio
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