La acción de esta comedia dramática se desarrolla en el barrio madrileño de Lavapiés, céntrico lugar de la capital de España, donde conviven gentes de un buen número de lugares del mundo, cada uno con su cultura, y algunos españoles también. Caín trabaja en una carnicería del barrio y vive solo desde que su hermano, Abel, se ha trasladado por motivos de trabajo a Canarias; antes ha dejado a una chica de Bangladés embarazada. Ante tal situación, Caín, que es el bueno de la película, tomará una decisión que cambiará su vida y la de la familia de la chica embarazada.

Fernando Colomo, con gran desenvoltura e inteligencia, desarrolla esta comedia con un toque de ternura y con el ánimo de crear un buen ambiente en ese entorno internacional e intercultural en que ocurre. Comedia, con su parte dramática, que nos viene a decir que todo el mundo se puede llegar a entender, llevar bien e incluso amarse si hay buena voluntad para ello.

Película que se ve con agrado y que divierte al tiempo que deja una buena sensación de paz. Además del buen guion y la fresca y dinámica dirección de Fernando Colomo, cabe destacar la buena interpretación de Javier Cifrián.