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España España · Valladolid
Voto de Marcos B:
5
Terror. Thriller. Intriga Madison está paralizada por visiones de asesinatos espeluznantes, y su tormento empeora cuando descubre que estos sueños de vigilia son, de hecho, realidades aterradoras.
15 de septiembre de 2021
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los estados alterados de la mente han sido desde el origen de los tiempos, fuente e inspiración para todo tipo de manifestaciones artísticas. Tenemos, ya en literatura, manifestaciones de estados propios de la locura con autores que van desde Robert Louis Stevenson, pasando por Stephen King, y llegando a nombres propios de la producción española, con escritores de la talla de Torcuato Luca de Tena. La pintura con sus exponentes expresionistas y art déco, sobre todo si observamos minuciosamente los cuadros de Edvard Munch o Tamara de Lempicka. Sucede lo mismo en la música, la danza, la arquitectura, la fotografía, y por supuesto si miramos dentro del propio mundo del cine. Imposible no nombrar a maestros cómo Hitchcock, Polanski, o Lynch, que tantas veces se han asomado al abismo de la mente y sus distorsiones.

James Wan, con su ‘Maligno’, no es ajeno a este mundo cerebral, no siendo la primera vez que lo demuestra con otros de sus films; con sus demiurgos psicópatas, ventrílocuos alienados, o mundos dentro de otros mundos si se está dispuesto a travesar el umbral del espejo. Es un hábil artesano que escribe historias personales que por derecho propio ya figuran dentro de la retina de los espectadores; además es un observador inquieto que se empapa de sus influencias, y no duda en darles un toque propio dotando de una envergadura nueva y original a sus planteamientos.

‘Maligno’ está repleta de un humor negrísimo, influencias detectables, fenómenos y sucesos paranormales, acción, y un buen hacer del cine fantástico y de terror, que se conjugan como una amalgama coral, entendiendo su particular mundo como un paseo dentro de una casa del horror. De Wan destaco su cuidadísimo manejo de la cámara, planos secuencia rápidos, ángulaciones cenitales sugerentes, y en este caso particular un homenaje a un mundo analógico prácticamente extinto. La película parte con un prólogo acelerado, unos créditos iniciales muy trabajados en los que no sobra ni un segundo, y que nos remiten al ‘Seven’ de Fincher, para posteriormente funcionar dentro de parámetros más convencionales, y con un giro de muñeca hacer saltar la sartén y dar una vuelta a la tortilla. Un tercio final propio de Lovecraft, repleto de acción, redime muchos momentos anteriores que resultan menos convincentes; pero a su vez produce la sensación de revisión y comprobar si la arquitectura narrativa se sustenta, y si estamos dispuestos a aceptarla como una feliz y azotada locura.

Where is my Mind? (¿Dónde está mi mente?) cantaban The Pixies. Aparece este legendario tema adulterado a lo largo de las secuencias de la película. Se versiona con otro intérprete. Y pese a sus caídas de ritmo pero con su regreso al más puro slasher, nos hace regresar a ese mundo en el que nos perseguían Jason, Freddy, y Michael.

Encerrado entre barrotes, berreando por su liberación en un limbo mental, ‘Maligno’, es un estimulante juego de cara y cruz que sorprende y se introduce en lo más profundo de nuestros cráneos. Suplicando por un nuevo golpe de efecto, Wan, azota de nuevo con su cine y hurga con la daga dentro de llagas que no permite cerrar.



Publicado originalmente en: https://cinemiamor.wordpress.com/2021/09/14/craneos-bipolares-maligno-james-wan-2021/
Marcos B
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